Y fue sonar los primeros acordes de nuestra canción y todo de repente cambió.
La orquesta como siempre: impecable.
Fue verla entrar a ella con su deslumbrante vestido rojo ferrari y generoso escote y ya me tenía a sus pies.
La noche se prometía eterna.
Hablamos toda la noche, yo sin llegar a rozar el suelo con mis pies, en todo momento absorto en mi nube, me confesé admirador incondicional suyo, y le susurré a la oreja toda una sarta de promesas que en ese momento veía posibles y a mi alcance.
La invité a pasar el resto de sus días en mi jardín.
Ella me sonrió mientras no dejaba ni un momento de seducirme con sus encantos cuando me espetó un breve: - ¿Estás seguro de lo que dices?
No me salían las palabras en aquel preciso momento, necesitaba otra copa de vino, tener las manos ocupadas y el paladar humedecido para sofocar las altas temperaturas que la sala estaba alcanzando por segundos.
Y de repente me entraron unos crueles escalofríos por todo el cuerpo, yo allí plantado como un pasmarote pidiéndole a la reina de la fiesta, a la mujer mas hermosa del mundo que renunciara a todo y se quedase para el resto de sus días a vivir conmigo.
Se trataba de ser egoísta acaso? o de intentar ser feliz a toda costa?
Estaba yo hecho un lío.
Y ella continuó:
- A mi me gusta bailar. Viajar de ciudad en ciudad, de fiesta en fiesta. Y tu ...solo eres un pimiento.
¿Estás seguro que haríamos buena pareja juntos?
En esos momentos es cuando necesitaba mas que nunca otra copa de vino.
( Continuará )
.......................
¿Que piensas que sucedió entonces?
a) Ella accedería y sería desde entonces la persona mas feliz del mundo.
b) Destrozaría el corazón a nuestro querido pimiento verde, estas cosas solo pasan en las películas americanas.
c) Sonó el despertador de las 7 de la mañana y se acabó el sueño.
e) Otros........
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